11 de noviembre de 2017

Blade man



Capítulos: 18 (1 hora)
Año: 2014
También conocida como: Iron man
Sinopsis: Joo Hong Bin es un malhumorado y rico hombre de negocios que posee una empresa que crea videojuegos, quien conoce a Song Se Dong una diseñadora gráfica que intenta recuperar el juego que creó y que Hong Bin compró, despidiendo a todos los empleados. Sus personalidades contrapuestas les hacen discutir todo el tiempo, además Hong Bin tiene otro problema, cuando se enfurece le salen cuchillas por todo el cuerpo y adquiere fuerza sobrehumana, intentando entender que le pasa, Hong Bin contará con el apoyo y el amor de Se Dong



Un drama raro, que empieza siendo fantasioso, con toques de comedia y romance, para derivar hacia la mitad en un dramón del quince y medio, sin que haya una evolución lógica.

Joo Hong Bin es lo más bruto que he visto como protagonista de un drama en mucho tiempo. Un tirano, violento, que les zurra a los empleados hasta mandarles al hospital, para luego ascenderles o darles aumentos de sueldo supongo que para que no le demanden. Un tío muy antipático al principio, tanto que estuve por dejar de ver el drama de lo horrible que me estaba pareciendo el personaje, para mi cargan las tintas demasiado con esa actitud de él tan bruta. Menos mal que dura pocos capítulos, 2 o 3, que sino hasta luego. Hong Bin es dueño de una empresa que crea videojuegos, muy listo y en general muy capullo al principio, se sabe que algo malo le ocurrió en el pasado que le hace ser así, porque antes era todo lo contrario. Y esto es que está más que peleado con el padre porque él interfirió para que una novia que tenía, una pobretona, le dejara. Además Hong Bin tiene otro problema y es que cuando se enfurece en exceso, aumenta la percepción de su olfato, adquiere superfuerza y además, le salen cuchillos por todo el cuerpo, él no sabe nada de los cuchillos porque siempre que llega a ese punto se desmaya.

Song Se Dong es una chica trabajadora, buena, generosa y amable, vamos el prototipo de protagonista femenina que tiene que darle el giro al chico malo. Se Dong tiene algo bueno y es que discute mucho con Hong Bin, no se cansa nunca de replicarle. Ellos se conocen de casualidad, a él le gusta el olor de ella porque le recuerda cosas buenas, particularmente le recuerda al olor de su ex-novia y ella quiere llegar a un trato para trabajar en la empresa de Hong Bin y acabar el juego que Se Dong y sus amigos diseñaron y que él compró. Como he dicho Se Dong es buena, buenísima y está siempre pendiente de los amigos, un panda de 6 chicos que se comportan 5 de ellos como niñitos, que reclaman atenciones y comida, ella parece su madre y les cuida y les protege. Así que cuando un niño se queda abandonado en el aeropuerto, ella le acaba acogiendo por la bondad de su corazón, incapaz de abandonar al pequeño.

El niño es el hijo de Hong Bin con la novia y al principio él le trata bastante mal, porque aunque la criatura es adorable y listísimo, Hong Bin es un hongo de ser y no sabe como llevarse con el niño, incapaz de hacer feliz a nadie porque él mismo es superinfeliz desde que la novia se fue. Como el niño está emperrado en estar con Se Dong, que le cuida y le quiere un montón, ella y Hong Bin pasan más y más tiempo juntos, también porque él la quiere tener cerca para olerla, y de resueltas se enamoran, un poco a lo tonto, pero bueno, dentro de lo que cabe su relación no está forzada.

Se diría que con los ingredientes del romance en puertas, los poderes de Hong Bin y el progresivo acercamiento entre él y el crío, además de la figura del padre del protagonista dando por saco entre la pareja, ya tendríamos suficiente. Pero no, el romance y la comedia con esos toques fantásticos que podrían haber derivado en un drama al menos curioso y entretenido de ver se diluyen para pasar a un dramón increíble, con la aparición de la ex-novia, que nos dicen al principio que ha muerto, pero no, estaba de parranda. El caso es que la chica tiene un problema bastante gordo y Hong Bin, que ha sufrido una transformación al estar con Se Dong e intentar lidiar con sus poderes, y la propia protagonista deciden ayudarla, asumiendo que deben dejar en pausa su relación.

Todo esto a mitad del drama y si me costo meterme en la historia al inicio por lo bruto que era el protagonista, que luego nos cuelen a la ex-novia cuya historia estaba cerrada al principio, al mandar al hijo de Hong Bin con él y morirse, es ya de tirarse de los pelos de lo aburrido que me parece. Y más esa excesiva vocación de mártir de Se Dong para con ella, como si le hubiera robado algo solo porque Hong Bin y el hijo de él la quieren a ella, como si al creer muerta a la otra chica hubiera dejado de tener significado en sus vidas, cuando es obvio que de una u otra manera estaría siempre en sus recuerdos. Pero es que la vida sigue, Se Dong como que ve eso horrible por su parte y me fastidia como la relación que tenían los protagonistas, que no es que fuera de un romanticismo y un amor brutal, pero se dejaba ver, se eche a perder por eso y parezca que todo lo que hemos visto hasta ese momento, todas las cosas que se dicen o hacen por el otro se hubieran evaporado y solo cuente la ex-novia y su problema. Que si, que es muy triste, que encima no fue culpa suya sino de otro personaje del drama, que encima acaba tan campante, pero me sigue sobrando, porque yo esperaba una cosa de esta historia y luego fue otra. Según he leído el drama tuvo pésima audiencia y pasaron de la parte fantástica, de hecho, Hong Bin ya no vuelve a sacar los cuchillos desde la mitad del drama y decidieron recuperar al personaje de la novia, que se nota que es un pegote, pero que ocupa todo el resto de la historia y el final ya es para cortarse las venas de lo soso que es.

Si tengo que decir algo que me ha gustado, aparte de hacerme gracia que Hong Bin, su hermano pequeño y el niño estén loquitos por Se Dong, que parece que les ha hechizado. Me gusta el personaje del secretario Go, que sabe todo sobre Hong Bin, es el único que está enterado de lo de las cuchillas, cuidándole y protegiéndole siempre. Además de ser tan buenísima persona y poner esas sonrisas cómplices cuando veía a los protagonistas juntos. Un amor.

Los que tampoco me han gustado son el ama de llaves de Hong Bin y el padre de él, me caen mal. Sigo sin entender la razón por la que el padre dejaba campar a sus anchas a esta señora, que parecía que tenía más poder que él a veces, solo porque había tenido un hijo del padre, que este había "escondido". La señora está furiosa y amargada porque el padre no le hace ni caso y se dedica a fastidiar y trastear en la vida de Hong Bin, desquitándose con el hijo lo que parece que no puede hacer con el padre, que no se sabe porque no la larga. Si Hong Bin no lo hace, es porque no se entera de las cosas que hace esta mujer y lo peor es que no se entera nunca, lo cual me molesta mucho, porque ella si que merecía que le dieran un buen escarmiento que nunca llega.

Pesada un rato, es de esos dramas que ves y olvidas. Lee Dong Wook vuelve a estar genial, pero ya está, no hay más historia.

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