4 de noviembre de 2016

My princess



Capítulos: 16 (más o menos 1 hora)
Año: 2011
Sinopsis: Lee Seol lleva una vida normal como una universitaria cualquiera, hasta que descubre que es la desaparecida princesa de la monarquía que antes regía Corea. Su herencia está en manos del Presidente Park, quien intenta que la monarquía sea restaurada, mientras su nieto Park Hae Young se auto proclama preceptor de Lee Seol para enseñarla a ser una princesa, pero su objetivo real es boicotear los planes de su abuelo, hasta que se enamora de la princesa y se convierte en el mejor aliado de Lee Seol en su arduo camino plagado de intereses enfrentados.



Este dorama merece la pena por lo bueno, no, buenísimo que está el protagonista, es mejor centrarse en él y en su relación con la protagonista porque el resto no es la gran cosa y va de más o menos según avanza la historia.

Leo Seol es una universitaria normal y corriente que trabaja a medio tiempo en un parque temático donde interpreta a una princesa, así espera ahorrar el dinero necesario para irse a Egipto con su profesor de Historia, del que está enamoriscada. Todos sus planes se van al traste cuando descubre que su familia biológica era la Familia Real de Corea. Seol es una persona alegre y optimista, algo inconsciente, que a pesar de todo, está dispuesta a enfrentarse a todos los problemas para asumir su nuevo papel y ahora debe poner todo su empeño en recuperar el lugar que le corresponde, contando con algunos aliados y haciendo algunos enemigos por el camino.

Park Hae Young no entiende porque de pronto su abuelo, el Presidente Park, ha decidido dejarle su herencia a una completa extraña, hasta que descubre que Lee Seol, a la que ya había conocido antes, es la Princesa Heredera y que todos sus bienes le pertenecen a ella, porque el abuelo de Hae Young se apropio de ellos. A pesar de todo, el protagonista no quiere dar su brazo a torcer y primero intenta sobornar a Seol para que desista de ser princesa, pero como ella no cede, entonces opta por convertirse en su preceptor y boicotear desde dentro cualquier posibilidad de la princesa de recuperar su lugar, pues se hará un referéndum para decidir si vuelve la monarquía.

Como se puede uno figurar, la convivencia en el palacio, que ha construido el abuelo para ella, hará que poco a poco ambos se enamoren y él pase de ser su mayor crítico a su defensor acérrimo. Seol es tan franca con lo que siente, tan dicharachera y tierna que Hae Young, que está más solo que la una, porque el abuelo es sequísimo con él y solo lo regaña y su padre fue exiliado por el abuelito, se engancha a esa calidez de ella, ese encanto perpetuo y que la chica además es guapísima, de las coreanas más guapas que he visto. La pareja es simpática, tierna, se están pinchando siempre y en general como los dos son tan guapos y se ven tan monos juntos me gusto mucho. Al principio enredan la madeja con que Seol no quiera ser princesa y con los conflictos de Hae Young con su abuelo, que después de decirle que nada de lo que creía que iba a ser suyo lo es, vale eso se acepta es la verdad aunque ya podía habérselo dicho desde que era pequeño, procede a dejarle en la calle de un día para otro, quitándole hasta cosas que Hae Young habrá comprado con el dinero que haya ganado trabajando (como su ropa interior), porque es diplomático, no entiendo porque el afán de dejar al nieto cual pordiosero, de acuerdo que devuelvas el dinero y las propiedades pero no llegar a esos extremos, que mala leche por favor.

El papel de mala corre a cargo de la novia de Hae Young, Oh Yoo Joo, una tía siesa a más no poder, que está obsesionada con casarse con el protagonista y su dinero y que hará todo lo que este en su mano para deshacerse de Seol y así impedir que esta obtenga la herencia que quiere para si. Sufre de un complejo absoluto de hedonismo, quiere tener a Hae Young y el dinero pero también se quiere quedar con el profesor de Seol, Nam Jung Woo, al que dejo por no tener dinero y que, ya al principio del drama, le hace una guarrada horrible. No entiendo porque al principio Hae Young está enamorado de ella, porque es una de esas mujeres frías que no muestran afecto por nadie y además, que por mas que se empeñen en decir que es guapa, no lo es, la actriz parece haberse hecho una rinoplastia horrible, que encima al lado de Seol que es requetemonísima de la vida y muy expresiva, se nota aun más que esta mujer de guapa no tiene nada. Que tipa más hipócrita, más asquerosa y que mal me cayó. Llega un punto que no entiendo porque sigue metiendo mano, porque es obvio que de la herencia se puede olvidar y de Hae Young también porque este tiene claro a quien quiere, llegue a la conclusión que su orgullo era tanto que no podía soportar la idea de perder contra Seol, a la que identificaba como alguien inferior a ella y que por eso se mantenía en pie de guerra. Claro que le dan lo suyo, de hecho, la puntilla se la da Seol, que después de todo el drama aguantando a esta mandona autoritaria la pone en su lugar y al final se vuelve "buena", lo cual se va a creer su padre.

El profesor, Jung Woo, es en cambio un encanto de persona, apasionado de la historia, que ve en Seol a una joya, un trozo vivo de la historia del país y que debe ser preservado, actuando como consejero, profesor, protector y a veces como amigo. Aunque sigue enamorado de Yoo Joo, se le quita la venda de los ojos respecto a ella desde el principio, cosa que a Hae Young le cuesta más y eso que es bastante listo, nunca permite que ella le manipule ni le use y se encarga de ayudar a darle una patada en el culo para que no se meta en asuntos que no le atañen. En mi opinión, es demasiado premio para Yoo Joo quedarse con un hombre que es tan franco, honesto y buena persona, pero es que últimamente parece que estas que son unos bichos al principio, si luego se vuelven "buenas" por arte de birlibirloque, pues les toca premio si o si.

El resto del tiempo está ocupado por la hermana imbécil de Lee Seol, adoptada como ella y que la odia porque es que su madre quiere más a la protagonista que a ella y por eso se dedica a dar por saco ayudada por la bruja de Yoo Joo, formando problemas por pura envidia sin sentido. Porque la realidad es que la madre las quiere a las dos por igual, menuda retrasada mental, encima Seol es demasiado buena con ella y nunca se lo tiene en cuenta, me alegra como acaba, por asquerosa. También están los habitantes del palacio y los políticos a ver que rascan de que Seol sea o no princesa, el clásico chanchullo político ya se sabe. El problema es que la historia empieza con fuerza y la va perdiendo a medida que avanza, cuando llegue a los capítulos finales me pregunte que más iban a inventarse para liar la madeja, entre eso y los personajes rastreros, se hace un pelo pesada hacia el final.


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