18 de enero de 2017

Lovers



Capítulos: 20 (más o menos 1 hora)
Año: 2006
Sinopsis: Ha Kang Jae es un hombre de negocios que oculta su condición de gángster, lleva saliendo con su novia Yoo Jin desde hace 8 años, ella espera que él de el gran paso, pero Kang Jae no se atreve por la vida que lleva. De pronto se topa con Yoon Mi Joo, una cirujana plástica, quien le confunde con el novio de su hermana, que fue abandonada embarazada. Tras aclarar el malentendido, ambos se seguirán viendo pues la madre de Kang Sae Yeon, esposa del jefe mafioso para el que trabaja Kang Jae, está empeñada en tener una nuera con una carrera de prestigio y ha elegido a Mi Joo para tal fin, pero Mi Joo en lugar de fijarse en Sae Yeon se enamora de Kang Jae, a quien le sucede lo mismo, mientras conspiraciones y secretos enredan sus vidas.



Este es otro de esos dramas que escuchas que es recomendable pero nunca te atreves a darle la oportunidad por si te acaba decepcionando, que ya me ha pasado más de una vez, pero un día me lance y quede enganchada desde el principio, la historia me ha encantado.

Ha Kang Jae es un hombre criado a la sombra de una organización mafiosa, a la que entra a la tierna edad de 15 años, tras haber escapado de un orfanato donde le trataban peor que mal. Kang Jae es un hombre encerrado en sí mismo, leal a muerte con los suyos y que tiene una novia a la que quiere, pero a la que se ve incapaz de abrirse por completo, por eso, por más que quiera estar con ella, nunca se atreve a dar el paso y formalizar su relación, el hecho de haber carecido de familia le impide pensar que tiene esa opción a su alcance. Kang Jae está cómodo en su papel de gángster pero sabe que el jefe de la organización, al que llaman presidente, quiere dar el salto a la legalidad, él es el encargado de comprar una constructora gracias a la cual su jefe espera volverse respetable, porque dinero ya lo tiene a raudales. Kang Jae acepta seguir ese nuevo camino y formar parte de esa empresa, lo que desconoce es la razón que hay detrás, pero la lealtad que le tiene al presidente hace que asuma su nuevo lugar, aunque integrarse en ese nuevo sistema le va a costar horrores. Además mientras todo esto pasa, él ha conocido a una cirujana plástica, que le tiene frito y a la que él al principio no hace el mínimo caso, pero luego empieza a enamorarse de ella, complicándose aun más su vida.

Yoon Mi Joo es cirujana plástica y la cabeza pensante de su familia, compuesta por su padre, que es un peso muerto de lo inútil que es, su hermana y luego unos cuantos niños que su padre tiene acogidos porque es cura. Mi Joo es una mujer moderna, que no se obsesiona por no tener pareja, que está cómoda en su trabajo y que sobretodo no tiene reparos en decir lo que piensa. Ya sea al padre que no hace más que meter la pata y ella le canta las cuarenta, como a Kang Jae, al que conoce porque le confunde con el novio de su hermana que la ha dejado embarazada. Poco a poco la coincidencia continuada con el protagonista va generando un vínculo y ella se enamora y lo enamora, aunque eso es algo que no sabe porque él es muy cerrado con lo que siente. Me gusto la naturalidad del personaje, de decir lo que se le pasaba por la cabeza, aunque a veces metiera la pata, porque todos cometemos errores, pero Mi Joo es tan honesta con lo que le pasa y con los demás que es imposible que no me cayera bien.

Los secundarios, esos terceros en discordia están enfocados en la novia de Kang Jae, Park Yoo Jin. Su pareja desde hace años, que ha resistido a su lado, que sabe perfectamente a que se dedica Kang Jae y que le quiere muchísimo, pero que ve inevitablemente como él ya no la quiere como antes, que ahora sus miras están puestas en otra. Yoo Jin no es una bruja, sino una chica normal, que siempre ha esperado que Kang Jae se decidiera a dar el paso y formar una familia, cuando parece que por fin va a ser así, todo se termina. Es triste ver esto, porque como Yoo Jin no es mala, como digo es una mujer normal y corriente, debe ser tremendamente duro que te mantuvieras siempre al lado de tu novio y que él te deje porque se ha enamorado de otra, haciéndola sentir impotente, como si esos 8 años no hubieran significado nada. Yoo Jin no molesta excesivamente, solo es que está herida y furiosa, con razón, pero al final acepta que todo se acabó y que así es la vida.

El casi prometido de Mi Joo, Kang Sae Yeon, al que su madre quiere casar a toda costa con la protagonista, es un hombre que ha vivido desde hace años en el extranjero porque es ahí donde ha estudiado. No se lleva bien con su padre ni le gusta la vida que este ha llevado, además siente que este no le quiere y que trata más como a un hijo a Kang Jae. Sae Yeon tampoco es una mala persona, solo alguien que ha vivido aislado de su familia, no se lleva con su padre y cuya madre es una entrometida. Además sigue esa rivalidad con Kang Jae, aun más porque a Sae Yeon le empieza a interesar Mi Joo justo cuando el otro también le echa el ojo. Aparte se traza un paralelismo entre ambos, Sae Yeon es un hombre refinado y culto que ha vivido fuera con lo mejor de lo mejor mientras Kang Jae es tosco e intimidante y se ha ganado lo suyo a la fuerza, con sangre. Sae Yeon por suerte no es odioso, al contrario es una persona bastante agradable que no piensa dejarse controlar por nadie. Es todo un acierto que, tanto él como Yoo Jin no sean personajes que se vuelven malos solo porque no les salen las cosas bien, ninguno se dedica a fastidiar a los protagonistas, él sobretodo es bastante ecuánime.

El romance es uno de esos que se cuece a fuego lento, al principio Kang Jae tiene novia y lo que menos le interesa a Mi Joo es tener nada que ver con él, no ya porque sea un gángster sino porque ella le ve muy "seco", pero aunque se tome su tiempo, la historia de amor está ahí y va hilvanándose poco a poco. Así es como los protagonistas se enamoran, no ocurre de sopetón, sino que se va viendo una evolución en su relación, para llegar a una de esas escenas de besos que quedaran en los anales de los dramas coreanos. Porque hay amor entre estos dos, pero también pasión y de las gordas. Hay una escena que me gusta mucho, ocurre cuando aun ellos no están enamorados del todo, sino que solo hay cierto interés, él esta en casa de la novia, que vive en el piso de al lado de Mi Joo y Kang Jae está sentado fingiendo que escucha lo que le dice la novia, pero en realidad esta pendiente de oír como la puerta de al lado se cierra, síntoma de que Mi Joo ha vuelto por fin a casa, la novia se da cuenta y él mismo se da cuenta de que ha sido pillado, pero no sabe como comportarse. Solo con eso ya te muestra que los sentimientos están cambiando drásticamente.

Me gusto mucho como mostraron la relación, además ella no es la típica belleza estupidizada, sino que es una mujer bastante normal físicamente hablando, tan franca, esa forma tan particular suya de sacar de quicio a Kang Jae con su charla interminable, aunque también lógica. Y que decir de él, no es el prototipo de coreano guapo, pero ese aspecto tan rudo, tosco y feroz hacen que exude una masculinidad impresionante, que no me extraña que tanto Mi Joo como Yoo Jin estuvieran como dos borregas por él y luego encima vemos que aunque es un gángster, los suyos le respetan muchísimo porque Kang Jae hace lo que sea por su gente, es tan leal, siendo además mejor persona de lo que podría parecer, que es normal que la protagonista se enamore, me pasó hasta a mi.

De fondo no faltan los líos, los secretos, las puñaladas por la espalda, aquí están metidos el padre, que para ser el jefe de la organización tampoco me pareció tan horrible, la que es un horror de persona es su esposa, una señora pagada de sí misma, mandona e intrigante, que se hace odiosa desde el principio hasta el final, básicamente porque hace y deshace a su antojo, que no se porque el marido le dejaba y por como trata a Kang Jae, cuando ella es una basura de persona. Una historia sólida, con una buena pareja, con gran química, una relación de adultos de verdad, donde cuando ambos se dan cuentan de que están enamorados y sobretodo cuando deciden lanzarse con todo por ese amor, da gusto de ver. Recomendable.

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