6 de junio de 2016

Cunning single lady



Capítulos: 16 (más o menos una hora)
Año: 2014
También conocida como: Sly and single again
Sinopsis: Na Ae Ra estaba casada con Cha Jung Woo, pero tras distintos problemas, la relación se hizo insoportable y ella pidió el divorcio. Ahora, tres años después de ese hecho, Ae Ra descubre que su ex-marido es el jefe de una gran y exitosa empresa, así que tras vivir varias decepciones amorosas y laborales, opta por volver a acercarse a él. Lo que no imagina es que Jung Woo le guarda un gran resentimiento por haberle abandonado y espera hacérselo pagar.



Olvidaos de la sinopsis en este instante, porque varias de las cosas que se dicen en ella no son lo que parecen. Yo empece a ver este dorama porque aseguraban que era una comedia y comedia hay, pero también un drama que tiene su raíz en el pasado y menudo pasado.

Ae Ra ha recibido una gran lección en su ambiente familiar, su madre ha mantenido toda la vida a su padre, que es un vago sin oficio ni beneficio, que no hace otra cosa que gastarse el dinero que su mujer gana sin ton ni son y el hijo es del mismo palo, en cambio, la protagonista ha salido a su madre. Ae Ra tiene claro el tipo de hombre que quiere como esposo e influenciada por la situación de su madre y por lo que ella le dice, que jamás se case con un hombre al que tenga que mantener, Ae Ra se fija en Jung Woo, que oposita para un puesto de funcionario público, algo seguro y fijo, algo a lo que aspira Ae Ra. Jung Woo se enamora en el primer instante de Ae Ra porque es una chica guapísima y con desparpajo y él, en ese entonces, es un chico con un look cuestionable y las clásicas gafas de culo de vaso, que le hacen parecer feo al hombre cuando no es así. En fin, que se puede decir que ese momento la guapa es ella y él un esperpento. Así que en cuanto se confirma que Jung Woo logra el puesto de funcionario público, Ae Ra se casa con él. Se supone que la protagonista es una ambiciosa por la única razón de que se casa con un hombre con un trabajo estable, es que eso debe ser rarísimo, oye. Yo lo veo de lo más normal. Es cierto que aunque al principio ella no se ve enamorada, luego se nota que si, que lo llego a querer muchísimo, Pero los problemas no tardan en aparecer cuando Jung Woo, un hombre inteligentísimo y que se le da de lujo los ordenadores, deja su trabajo fijo para perseguir un sueño. Todo esto sin consultarlo para nada con su mujer, así que ella se ve en la obligación de mantenerlo, su pesadilla se hace realidad y cada vez las cosas van peor para el matrimonio y entonces pasa algo que es para Ae Ra la gota que colma el vaso, ella marca la raya ahí y se divorcia. Cuando al cabo de los años, ella descubre la nueva situación económica de su marido y que encima corren rumores sobre ella, de que es una arpía ambiciosa, como es normal se cabrea, porque la gente no tiene ni idea de como fueron las cosas y como suele pasar hablan sin saber. Así que opta por entrar a trabajar a la empresa de su ex cuando se queda sin trabajo y también para vengarse de él y lograr que se fije de nuevo en ella.

Jung Woo no se puede negar que es un pedazo de pan de hombre, no solo es inteligente, sino buena persona y que adora a su esposa, pero a mi no me parece bien que, por estar seguro de su idea iba a triunfar, deje de pronto su trabajo persiguiendo una quimera. Porque es cierto que si, al final logra la financiación que necesitaba y su negocio despega, pero cuanta gente tiene buenas ideas y luego no logran nada, triunfar no es tan fácil y los emprendedores que no cuentan con un capital base lo tienen crudo. Así que las justificaciones que Jung Woo le lanza a la cara a Ae Ra cuando vuelven a verse las veo muy cogidas por los pelos. Al principio él se porta como un capullo porque parece llevar la razón, ella le deja cuando todo le va mal y vuelve cuando él esta en la cima, visto desde fuera si, puede que él parezca la "víctima" pero es lo bueno de la historia, que escarba bien hasta el fondo. Además de que muestran un contraste, ahora Jung Woo es un triunfador y esta guapo a rabiar, eso era fácil con cambiarse el peinado y quitarse las gafas le bastaba, mientras que Ae Ra sobrevive como puede.

Nos muestran flashbacks sobre el matrimonio, primero cuando ambos están bien y luego cuando la relación empieza a estropearse al renunciar Jung Woo a su trabajo, como digo sin consultarlo con su mujer, que no es precisamente ninguna bruja avariciosa, porque si lo fuera, no le habría mantenido durante cuatro años, trabajando en mil sitios y pasando privaciones por él. De hecho, aun cuando ya están divorciado ella sigue pagando las deudas que el contrajo, ¿qué mujer hace eso? Pocas seguro y eso que se supone que ella no le quería, cuando la vemos quedarse destrozada tras el divorcio. Siendo justa, ambos se quedaron hechos polvo. Me gusta este realismo, porque esta muy bien eso de "contigo pan y cebolla" pero en la vida real ¿cuántas mujeres aguantaríamos estar en esa situación? Las mujeres mártires ya no se llevan.

Por supuesto no pueden faltar los obstáculos, porque a parte de todos los temas pendientes que Ae Ra y Jung Woo tienen en común, que son muchos. Nos meten dos personajes, que yo, harta ya de ellos, llame los "hermanísimos". Estos personajes como el nombre indica son hermanos, chica y chico. Son hijos del primer inversor de Jung Woo. Ella es Gook Yeo Jin y trabaja con el protagonista, está ahí porque, como su papi fue el primero que dio dinero, quería alguien de confianza para cuidar la inversión, así que le tocó a la hija. Ella tiene un pasado traumático, su marido murió en un accidente recién casados y ella sufrió la pérdida de una extremidad y ahora está obsesionada con el protagonista porque le recuerda a su difunto marido. Pero él no le hace el más mínimo caso, la respeta como igual pero nada más, porque sigue enamorado de su ex-mujer y porque, y esto es apreciación mía, la tal Yeo Jin es feísima y tiene a veces una pinta de siniestra que no puede con ella. Un punto a su favor, el único, es que al principio trata a Ae Ra bien a pesar de estar en lo más bajo del escalafón en la empresa, pero en cuanto se entera que es la ex, empieza a maquinar y a meterse con ella, luego también va en contra de Jung Woo cuando él le deja claro que no está interesado en ella porque aun quiere a Ae Ra y quiere estar con ella, la tipa se vuelve loca y empieza a formar unos líos de aúpa, horrenda la bruja, por fuera y por dentro.

El hermano también empieza bien, se llama Gook Seung Hyun y tiene muy buena relación con Jung Woo porque fue su profesor particular desde que tenía quince años y al final se hicieron amigos, como su hermana, tampoco sabe la pasada relación de los protagonistas y entra en la empresa como interno, al igual que Ae Ra, pero en su caso para aprender el negocio desde abajo y sin favoritismos. Así que está decidido a que le echen de ahí porque él no tiene ningún interés en dirigir una empresa sino que le gusta pintar, pero gracias al entusiasmo que ve en Ae Ra, que nunca se rinde, empieza a ayudarla en su trabajo, al principio porque ella le da un poco de pena al ver como se esfuerza y no logra nada y luego porque se enamora de ella, así que digamos que forma una alianza con la hermana para separar a Ae Ra y a Jung Woo. También mal, porque el chico se ve claro que no es mala gente pero se envenena cuando Ae Ra le dice por activa y por pasiva que no quiera nada más con él, el chaval es unos años más joven que ella y claro se le nota a medio hacer en comparación con Jung Woo. Así que, con esa mala costumbre de los ricos, que tienen todo en cuanto lo piden, Seung Hyun se empeña en tener a Ae Ra y no le importa ni un poco mandar al carajo a la amistad con Jung Woo, una pena, porque se nota que el protagonista fue como una figura paterna para él, porque el padre de los hermanos es un desastre, autoritario y controlador, que no les deja vivir en paz. De hecho, al principio cuando su hija muestra interés por Jung Woo el viejo no lo quiere de yerno ni por casualidad, pero de pronto se le forma un click en el cerebro o yo que se, cuando el prota rechaza a su hija y se le va la pinza más o menos como a la hija. Lo peor es que los dos hijos censuran la conducta del padre, de ser tan asfixiante y controlador, pero ellos predican con el mismo ejemplo y esperan que Ae Ra y Jung Woo se queden a su lado porque ellos lo dicen. Un horror, estaba deseando que desaparecieran y dejaran a los protas en paz.

Me gusta que prácticamente todo el dorama vemos juntos a los protagonistas, aunque sea peleándose, siempre hay escenas de ellos, un montón. Me encanta que aunque Jung Woo ahora sea un hombre importante, en el fondo es el mismo del que se enamoro de Ae Ra, tan tontorrón, con esas pataletas de crío y siendo tan cariñoso. Y ella aunque también cambió, la Ae Ra que conoció a Jung Woo sigue estando ahí, preocupándose por Jung Woo y dándose cuenta de que ella por si misma puede conseguir mucho, que realmente le gusta su trabajo, que ya no tiene que conformarse con ser la esposa, al principio eso es todo lo que ella quería, por eso me gusta el final, ambos trabajando codo con codo.

Un dorama que en verdad merece la pena y que te hace reflexionar sobre lo que esperamos de la vida y lo que al final obtenemos de ella. Que muestra lo que pasa después del "y vivieron felices", que el matrimonio no es el final, sino el comienzo y que puede estar lleno de espinas, de problemas pero que si el amor es de verdad, por más que pase, volverá a renacer y esta vez si será capaz de resistir, las segundas oportunidades existen.

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