Rebel: thief who stole the people

Capítulos: 30 (más o menos 1 hora)
Año: 2017
También conocida como: Rebel Hong Gil Dong
Sinopsis: Ambientada en la era Joseon, relata la historia de Hong Gil Dong, el hijo de un esclavo, quien descubre que posee una fuerza prodigiosa, harto de la opresión e injusticia que impera desde la clase alta hacia los más pobres, inicia una revuelta para limpiar de corruptos el gobierno de su majestad, sin darse cuenta que el peor de todos es el propio rey Yeonsangun. Midiéndose en una lucha de titanes, ambos hombres sacudirán los cimientos del reino intentando ganar una guerra que involucra a todos los habitantes de Joseon



Una historia espectacularmente contada, que se toma sus tiempos para situar a los personajes, someterles a pruebas y hacerlos evolucionar en consecuencia. A veces más pausada y otras con más rapidez, pero siempre en constante movimiento.

La historia está basada en una novela escrita en la era Joseon, una de las obras más prominentes de la literatura coreana y que condenaba abiertamente los abusos de la clase pudiente de la época. De ahí surge la figura de Hong Gil Dong. Un hombre de entre el pueblo, hijo de esclavos, que no solo llevan siendo esclavos toda la vida, sino que además vienen de generaciones y generaciones de esclavos, así que están "acostumbrados" a ser pisoteados, el espíritu combativo de Gil Dong le viene de su padre, que tras perder a su esposa por la ambición de su amo, decide romper con todo y empezar un nuevo futuro para sus tres hijos y ser contrabandista, pasando a ser el Anciano para todos. Un hombre respetado, pero como no, otro poderoso se le atraviesa por el medio, un príncipe que considera indigno que alguien de tan baja estirpe viva como un rico y se encarga, junto a otro de los malos, de desbaratar la vida que había formado Ah Mo Gae, el padre de Gil Dong, disgregando a la familia que había creado, no solo con los hijos, sino con otras personas pobres, en una de las escenas más tristes del drama.

Gil Dong que había decidido olvidarse de su fuerza hercúlea, hasta el punto de perderla, porque había dado problemas a la familia, se hace comerciante, manteniendo una vida errante. Pero cuando ocurre el triste hecho de que la familia Hong se separa, toma las riendas de su gente, les reúne y les insufla ánimo. Les hace ver que los nobles les tratan como animales porque ellos han aceptado que lo son y deben demostrar que se equivocan, que son personas como ellos. Al principio, Gil Dong cree que el rey no tiene nada que ver en las corruptelas que se traen los ministros y los nobles, sino que está como apartado de todo y de hecho, es así cuando empieza, pero luego descubre que a medida que él ha ido ganándose a la gente, al ayudarles cuando sufren injusticias, el rey, que empezó como un timorato, ha tomado el poder con ambas manos y hace y deshace a su antojo. La nobleza de Gil Dong está en como trata a los demás, como les ayuda sin esperar nada y sobretodo en esa fe ciega que tiene de que encontrará a su hermano y a su hermana, se separaron cuando los malos mandados por el príncipe les perseguían. Además de ser un hombre comprometido, que recupera su fuerza, tanto física como interior, Gil Dong es un hombre como otro cualquiera y durante el drama tiene dos amores, una gisaeng llamada Gong Hwa y más tarde Nok Soo y la criada de esta, Ga Ryung. La historia con la primera es intensa y corta, porque ambos persiguen sus objetivos y se separan, al decidir ella no esperarle pensando que no volverá. Pero si lo hace y a quien él se encuentra al pie del cañón es a Ga Ryung, cuya historia se desarrolla hasta el final, una historia preciosa por cierto.

Ga Ryung me ha encantado, es una chica risueña y positiva, luchadora, con carácter y a la vez con mucha dulzura pero lo más bonito de ella es la fe y el amor que siente por Gil Dong. Desde el principio que se une a él y le trata como su "hermano" hasta que logra que él se de cuenta de la gran mujer que tiene al lado y se olvide de Gong Hwa, enamorándose perdidamente de ella. Una relación maravillosa porque, mientras ella se ve que está enamorada desde el principio, él se va deshaciendo de sus sentimientos por la gisaeng y poco a poco empieza a fijarse en Ga Ryung, hasta amarla de una forma muy superior, soñando con ella cuando no están juntos y viéndola en sus peores momentos, como una aparición, cuando más ánimos necesita. Me gusta como muestran la evolución de ese amor, lleno de confianza y tan duradero que nada podría acabar con el. Y además tenemos besos de los buenos, en una escena hay tres seguidos, lo cual no esperaba estando el drama ambientado en Joseon que son siempre más parcos en ese sentido. Estupenda la química de los actores.

Los malos hay muchos y variados. Tenemos al rey, que creció con el estigma de ser el hijo de la reina destronada y eso ha hecho que sea inseguro y temeroso. Lo cual aprovechan los ministros para manejarle como quieren, hasta el punto que él se pregunta que hace ahí, también tiene una evolución brutal, pasando de ser un timorato a controlar a todos a base del miedo, ordenando purgas para acabar con todos los que se le opongan. Gong Hwa termina a su lado cuando asciende al trono, pues Yeonsangun solicita que gisaengs y músicos vayan a palacio y ella, que se cambia el nombre a Nok Soo, decide convertirse su concubina y tener un lugar bien seguro y prominente, donde nadie pueda dañarla, mientras hace que el rey se enamore de ella. Nok Soo sigue amando en secreto a Gil Dong, porque él fue el único en ver algo bueno en ella y amarla por ello. Como el rey, Nok Soo se contamina con el poder y si al inicio se entienden las decisiones que toma, luego solo se obceca por seguir siendo la favorita del rey, empeñándose en quitar del medio a quien sea para que no le robe su lugar. Tanto Nok Soo como el rey no son personajes nada planos, sino que tienen sus propios demonios, sus propios dolores, pero sus deseos de prevalecer siempre les llevan por oscuros derroteros.

Más villanos, la familia a la que servían Ah Mo Gae y sus hijos, la señora horrible, una bruja avariciosa y cruel, el hijo un estúpido. El príncipe un ser repugnante, el maestro Song Do Hwan, que quiere estar susurrando al oído del rey, siendo quien maneja todo en la sombra y muy apegado a las "tradiciones" de Joseon, manteniendo bien la bota sobre la cabeza de la gente humilde. En fin, una colección de personajes malos, que da gusto odiar y que todos, absolutamente todos reciben un castigo, algo que parece impensable en una historia ambientada en Joseon, en la que parece que los malos a veces se libran mientras los buenos solo sufren, aquí en cambio han dado en el clavo con todo, dejando bien cerrado el final de todos.

Inolvidables son la panda de Gil Dong, la gente que forma la familia Hong, gente humilde, algunos monjes, otros ladrones y otros a los que el protagonista conoce de toda la vida, como su hermano, Gil Hyun, un chico inteligentísimo y bueno, muy espabilado, a veces hasta más que Gil Dong, que también es muy listo y despierto. La relación de los hermanos es de una ternura tal, como se quieren y se cuidan, una maravilla y con la hermana igual, la quieren los dos a morir.

Un personaje que tengo que destacar inevitablemente porque me encanto, es Mo Ri, el chico malo con una vida muy dura. Es el contrapunto real de Gil Dong, ambos poseen una fuerza increíble, pero mientras el protagonista fue protegido y querido por su familia, Mo Ri vio como su padre casi lo mató por verlo como una aberración. Creció sin familia, sin cariño, viviendo como un perro abandonado, hasta que uno de los malos le acogió y él lo tomó como que era aceptado por fin, hasta que descubre, que no, que también es prescindible para él. Una pena grandísima ver la decepción y el dolor de Mo Ri, por eso se entiende la rabia que siente, que solo trabaje para si y no le importe nada más que hacerse un sitio. Dado que nunca nadie se ha preocupado por él ni le ha querido, no le queda de otra que ser quien se procure un futuro. Me encanta como Gil Dong no se rinde con él y le sigue tendiendo la mano siempre. Es cierto que hace cosas malas, pero su razón es exclusivamente sobrevivir, muy lejos de las del resto, tan egoístas y crueles. Me fascino su historia y la interpretación del actor es buenísima, expresa mucho con poco.

Muy buen drama, que puede parecer largo porque son 30 capítulos, pero no se hace largo, empieza pausado y luego sin ir a toda maquina, sabe dosificar muy bien la historia para enganchar y emocionar. Existe otra versión del 2008 que pensaba ver, pero esta me ha gustado tanto, que he decidido no verla para que se mantenga el recuerdo y las emociones que me ha provocado esta.