21 de mayo de 2019

Wok of love



Capítulos: 19 (1 hora)
Año: 2018
También conocido como: Greasy melo
Sinopsis: Tres personas con vidas muy diferentes acaban convergiendo en un pequeño restaurante chino. Una de ella es el otrora exitoso chef Seo Poong, que necesita un lugar donde volver a empezar, la ex-rica Dan Sae Woo, que necesita urgentemente trabajar para ganar dinero y el mafioso Doo Chil Seong, quien quiere elevarse de categoría. Los tres reuniran a un variopinto grupo de personas en el humilde restaurante para lograr sacarlo adelante y quizas descubran que tiene mas en común de lo que creen.



He estado muy ocupada últimamente y he ido viendo este drama cuando podía, de ahí que la reseña llegue tan tarde. Si bien es cierto que el drama no es para tirar cohetes, también lo es que el toque excéntrico que le otorgan la mayoría de los personajes hace que sea un entretenimiento ligero, perfecto para la época en la que se emitió: el verano.

Seo Poong era un gran chef en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, ubicado en lo alto del Giant Hotel. Pero cuando su mujer le pide el divorcio, tras descubrir que ella le ha estado engañando con el dueño del hotel, este decide despedirle para quitársele de encima. Despechado, herido y terriblemente humillado. Poong emprende la marcha y se topa con un restaurante pequeño y en horas bajas, pues su comida no es buena y está dirigido por mafiosos. Como este restaurante está justo enfrente del hotel, el protagonista decide plantar en él las semillas de su venganza y robar los clientes de dicho hotel.

No le va mucho mejor la vida a Dan Sae Woo, el día de su boda su padre es detenido por fraude, su novio no se presenta a la boda y su familia acaba en la ruina. Obligada a buscar empleo para evitar perder la casa familiar, se topa con un pequeño restaurante y a pesar de su inexperiencia logra entrar a trabajar allí. Será entonces cuando se vea en medio de un triángulo amoroso, pues tanto el chef como el mafioso le van detrás y ella, indecisa al principio sobre quien le gusta más, descubrirá a cambio su amor por la cocina, en la que se volcará en pleno llevada por su optimismo.

Y el último, pero no el menos importante de este racimo de personajes, es el mafioso Doo Chil Seong. Quien tiene deudas que pagar y el mismo es prestamista, cuando descubre que el dueño del hotel está complotando para quedarse con el edificio donde está el restaurante, el cual le pertenece, inicia la ofensiva y más al descubrir que ese idiota ha perjudicado a Poong y a Sae Woo también. A pesar de ser un mafioso, Chil Seong es un hombre bonachón, encantador y leal y encima con el carisma que se gasta Jang Hyuk, hasta para quitarse y ponerse las gafas, el personaje te llega al corazón ipso facto.

Además de estos tres, en el restaurante empezaran a trabajar los subordinados de Chil Seong, risas aseguradas, y la gente de Sae Woo, que más que trabajar para su familia, son parte de ella. Produciéndose situaciones de lo más variopinto, pues en los primeros capítulos, a pesar de las desgracias que inundan a los protagonistas todo está impregnado de un barniz de comicidad, intentando encontrarle el lado gracioso a situaciones, que de por si, no lo son. Ese tono más pizpireto y excéntrico se va perdiendo, aunque de vez en cuando te dan alguna dosis de él, y se echa de menos.

Este drama es un calvario verlo con hambre porque es un decálogo de como cocinar y hacen unas cosas tan ricas, con una pinta tan estupenda, que empece a tener la costumbre de aprovechar la cena o la comida mientras lo veía porque se me hacia la boca agua. De hecho el romance no me ha interesado ni la mitad de lo que me interesaba la comida que hacían, no está mal, pero la pareja tampoco es de las mejores, está en la media.

Lo único que no me ha gustado de este drama, que es poco convencional, es que tiren por la vía de la madre que se interpone entre los enamorados. La madre de Sae Woo es una señora que va de estupenda. Rica y mimada toda la vida, que no sabe ni hacer la O con un canuto, empieza a trabajar en el restaurante y es tan rematadamente inútil y estúpida, que a poco que la regañe Poong, con toda la razón, ella se pone a llorar como una criatura, negándose a aceptar que hace las cosas mal, como si la culpa de sus errores la tuviera Poong y no ella. Además de que sigue exhibiendo unas formas de un estatus que ya no posee y se atreve a mirar por encima del hombro a Poong y a Chil Seong, porque no están a su altura ni la de su hija. Me hubiera gustado que alguien le pusiera los puntos sobre las ies y le bajara de su nube, ya no tiene dinero, ni estatus ni nada de lo que presumir. Me parece irrisorio que alguien que se ha pasado toda su vida siendo un mueble bonito, se sienta con derecho de menospreciar a los demás, cuando es ella la que no vale un pimiento. Patético y más que todos los sigan la corriente como si le debieran algo, en vez de mandarla a la mierda. Varias veces pase sus escenas porque no tenía ganas de escuchar y ver su estúpido esnobismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario