Tunnel

Capítulos: 16 (más o menos 1 hora)
Año: 2017
Sinopsis: En el año 1986, Park Kwang Ho es un detective aguerrido, que está inmerso en encontrar a un asesino de mujeres y creyendo haber dado con él, le persigue por un túnel. El problema es que al terminar de recorrerlo se da cuenta de que ya no está en su época, sino que ha viajado al futuro, al año 2017. Buscando la forma de volver, descubrirá que el mismo asesino a quien perseguía ha vuelto a las andadas 30 años después y se fijará el objetivo de atraparlo de una vez por todas y así poder regresar a su época junto a su esposa.



Voice estuvo bien, pero es que Tunnel, que pertenece al mismo canal, está genial. Obligado verla en mi opinión si te va la temática policíaca y el drama humano y en general, si te gustan las buenas historias que están bien contadas. Choi Jin Hyuk volvió por la puerta grande con un personaje hecho a su medida.

Park Kwang Ho es un experimentado policía, que sin embargo, está frustrado porque no logra dar con un asesino que está matando a mujeres jóvenes. En los años 80, no existían los avances tecnológicos actuales ni el término asesino en serie. Así que, aunque Kwang Ho tiene un gran instinto, no logra hallar nada que le de pistas sobre quien es el asesino, hasta que patrullando por una de las zonas donde se encontró a una de las víctimas, un túnel, descubre a alguien sospechoso y lo persigue. Lamentablemente, es noqueado por esa persona y cuando despierta, la situación ha dado un giro de 180º, está en una época distinta, donde la gente es muy diferente y donde los métodos policiales han evolucionado espectacularmente, está en el año 2017.

En este nuevo lugar, donde tomará el puesto de otro Kwang Ho, que se estrenaba como novato del departamento de crímenes violentos y que está desaparecido, formará equipo con alguien mucho más cerebral, pero igualmente intuitivo como él y con el que al principio se llevara fatal, porque Kwang Ho es un hombre mucho más abierto y vocinglero y choca de frente con la actitud fría y despectiva de Kim Sun Jae, que le ve como poco más que un estorbo. Pero poco a poco el dúo se irá volviendo uno, a medida que salgan a la luz las historias de ambos, entonces serán dos buenos policías, que además son buenos amigos. Muy bonito de ver la verdad.

El otro personaje relevante, sin contar al resto de miembros del departamento, que son un show los tres, es la psicóloga que les asesora con los casos, Shin Jae Yi, y que es profesora en la universidad. Una mujer que hasta los capítulos finales para mi no fue más que alguien que soltaba información que podía ser útil y ya, porque es como un robot, con una voz monocorde y una cara inexpresiva, que daban ganas de darle una torta a ver si reaccionaba. Sigo sin entender que es lo que le atrajo a Sun Jae de ella, y que se pasen todo el drama insinuando que él es correspondido por ese bloque de hielo es algo que me trae al fresco. Por suerte, en los capítulos finales a ella por fin le corre sangre en las venas y se comporta como una persona, con sentimientos de verdad. En la época que no me gustaba, cuando Kwang Ho le suelta un rapapolvo porque este tan interesada en los asesinos y en que los empuja a matar, que no piense que la razón por la que se detiene a esa gente no es solo para castigarlos por matar, sino para evitar que sigan haciéndolo, vamos salvar vidas y que ese es el cometido principal. Bien que hizo, porque me parecía excesivamente morbosa su forma de proceder, menos mal que esas palabras le hacen un click en el cerebro y empieza a pensar en las víctimas, que son las que cuentan de verdad. No digo que después del cambio que se opera en ella me caiga genial, más bien la tolero porque como digo, por fin parece una persona de verdad.

Una vez en presente, Kwang Ho lo que quiere es volver a su tiempo con su esposa, está desesperado por esto, porque se nota que la quiere, que sufre por no poder estar con ella, que llora, que la echa de menos, que sueña con ella. Algo que agradezco, porque a veces en las series de OCN les ponen el paquete de la esposa o el hijo/a solo para completar una cuota y luego no pintan nada. Aquí si. Kwang Ho está enamoradísimo de su mujer, ella y su trabajo son lo que más le importa, pero sin dejar que lo uno se oponga a lo otro. El personaje de ella no aparece mucho, pero es como la luz al final de túnel, valga la redundancia, siempre presente para él de alguna forma y al final hasta tiene un papel determinante en cierto momento. Al ver que no puede por ahora volver con Yeon Seok, Kwang Ho decide enfocarse en su labor de policía, ayudando a resolver algunos casos, hasta que se reinician los asesinatos de hace 30 años, de los que Kwang Ho es el más enterado de todo porque los archivos se quemaron, además de llegar a la conclusión de que está ahí para atrapar al asesino y que así podrá volver a donde pertenece.

Cuando empieza la etapa trepidante del drama, con el asesino siempre por delante de los protagonistas, con pistas que no parecen llevar a ningún sitio, falsos culpables, todo para que el instinto policial de Kwang Ho haga acto de presencia y descubra quien es el asesino y empiece una lucha encarnizada por pescarle como sea. Demostrando que aunque no estuviera al día con los métodos policiales de ahora, cuando se posee la pericia necesaria, no hace falta más que el apoyo de tu equipo para atrapar al culpable. Llegando al clímax final, los dos últimos capítulos, que son sublimes.

Un drama genial que a medida que avanza va in crescendo en historia y tensión, en evolución de personajes, tanto así, que por mucho que haya algunas cosas que no están explicadas y te dejan con una que otra pregunta, el resultado es tan bueno, que no hacen faltan más respuestas, las principales quedan contestadas. Vedlo, es muy emocionante.